La poda del peral es una práctica imprescindible para garantizar a este árbol frutal una producción de calidad y una salud duradera, además de un agradable aspecto estético. Para obtener los típicos frutos dulces y jugosos del peral es necesario conocer muy bien las necesidades de esta planta, las técnicas de poda más adecuadas y las herramientas necesarias para realizar intervenciones eficaces que, al mismo tiempo, respeten su bienestar.
En particular, es fundamental disponer de herramientas profesionales para realizar podas excelentes. Campagnola les ofrece toda una gama de propuestas imprescindibles para obtener resultados óptimos. Para una poda perfecta Ustedes pueden optar por la precisión de nuestras herramientas manuales, o bien por la manejabilidad de nuestras herramientas eléctricas con batería enchufable, o por la potencia de las soluciones profesionales eléctricas con batería de mochila o neumáticas, diseñadas para operaciones intensivas.
¡Entonces, vamos a profundizar en el tema de la poda de los perales y a descubrir cómo hacerlo de forma eficaz!
¿Cuándo podar el peral? Los dos periodos principales
Planificar la poda del peral supone conocer la variedad de planta que se trata, sus necesidades específicas y las del suelo y del territorio en el que crece. Generalmente, existen dos periodos de poda de peral a lo largo del año, cada uno con objetivos específicos y técnicas particulares. Es importante saber cuáles son estos periodos para intervenir en el momento más adecuado y asegurar el máximo beneficio para el árbol.
La poda invernal del peral se realiza durante su periodo de reposo vegetativo (desde el otoño hasta el final del invierno o el inicio de la primavera) y tiene como objetivo la eliminación de las ramas secas o dañadas, favoreciendo el futuro crecimiento de nuevos brotes y permitiendo la llegada de la planta. en plena forma en la época vegetativa y fructífera.
La poda en verde del peral, sin embargo, se realiza durante la primavera o el verano. Entre sus objetivos se encuentran: el mantenimiento en equilibrio del impulso de fructificación y del desarrollo vegetativo de la planta, la mejora de la iluminación y ventilación del follaje (y, en consecuencia, la calidad del fruto) y la prevención de la aparición de enfermedades o parásitos.
Consiste esencialmente en la eliminación de los chupones, que extraen la savia de las partes productivas del follaje, pero también en el aclarado de las ramas fructíferas y en el mantenimiento estable de la forma de cultivo elegida.
La importancia de la poda de formación del peral
A lo largo de su vida, el peral es sometido a diferentes tipos de podas, cada una con una finalidad concreta. La poda de formación del peral es fundamental, porque permite moldear la forma del árbol en sus primeros años de vida, consiguiendo los fines estéticos y productivos deseados.
Además, facilita las posteriores operaciones de cosecha y poda y hace que la planta sea más resistente a agresiones externas, como agentes atmosféricos o ataques de patógenos. Se considera finalizada cuando el árbol cumple 4-5 años.
La poda de producción, en cambio, optimiza el rendimiento del fruto y puede ser efectuada cada año desde que la planta entra en su fase de fructificación.
Técnicas y especies: las diferencias
La poda de los perales puede variar mucho según las técnicas utilizadas y la especie cultivada. Las formas más habituales son el huso, la palmeta y el jarrón bajo. ¿En qué consisten?
El fuso es la forma más sencilla y consiste en dejar un tronco principal, sobre el que se insertan las ramas en un ángulo de aproximadamente 90° y sin un orden preciso. Se trata de una forma cónica, cercana a la natural del peral. Consigue proporcionar abundante iluminación al follaje, con buenos resultados en el tamaño y calidad de los frutos.
- La forma de palmeta del peral es un poco más compleja, porque del tronco principal parten dos ramas laterales en forma de V y de éstas se ramifican otras ramas en forma de V. La forma se asemeja a la de un abanico, ocupa más espacio que el huso y es facilitada gracias a postes y soportes de alambre.
- En el cultivo del peral en macetas sólo 3 o 5 ramas se convierten en las principales y se podan para formar un cono invertido.
- El cultivo en espaldera de los perales requiere la presencia de soportes, como muros, andamiajes o redes, que puedan soportar el crecimiento semihorizontal de las ramas principales. Ideal en espacios reducidos, debe mantenerse estable gracias a una adecuada poda periódica.
De su variedad también dependen las técnicas, épocas y formas de cultivo del peral. Por ejemplo, el peral William, especialmente productivo, requiere una poda que le de forma de huso para estimular la formación de agrupación de ramitas, que son las ramas fructíferas más adecuadas para esta variedad concreta.
El peral Abbod, sin embargo, requiere una poda para darle forma de palmeta para el crecimiento de ramas largas y sutiles y ramas mixtas, porque son las ramas frutales más adecuadas para esta variedad. Incluso la poda de perales viejos funciona mejor dándoles forma de palmeta, que favorece la formación de ramas largas y sutiles y ramas. mixtas.
El peral Pyrus communis da más resultados cuando tiene forma de huso, mientras que para el peral joven es mejor la palmeta. El peral Kaiser produce bien en ramas largas y sutiles y, por lo tanto, es preferible la poda dándole forma de huso.
Herramientas Campagnola imprescindibles para podar perales
Para una poda del peral que sea eficaz, es fundamental conseguir herramientas de alta calidad, que realicen cortes limpios, sin rebabas, además de ser rápidos y necesitar el mínimo esfuerzo por parte del operario. Campagnola ofrece una gama de herramientas diseñadas para satisfacer las necesidades tanto de profesionales como de aficionados.
Entre ellas se encuentran opciones manuales, como tijeras, sierras y podadores, útiles para realizar los cortes deseados con extrema precisión. Quienes deseen trabajar entre las ramas del peral con la máxima libertad de movimiento, pueden optar por soluciones eléctricas con batería enchufable.
Entre los podadores eléctricos de cadena más populares que funcionan con baterías enchufables, se encuentran T-FOX y T-REX, ambos capaces de cortar ramas de hasta 10 cm de diámetro. T-REX también está disponible en una versión montada sobre una alargadora telescópica.
Mientras que T-CAT M V1 es útil para realizar pequeños cortes o trabajos de poda de acabado, las tijeras con batería enchufable de la GREEN Line, como STARK XM y STARK XL, tienen hojas potentes, que permiten cortar incluso las ramas más resistentes.
Para podar perales, también son excelentes la tijera neumática VICTORY R, el cortarramas neumático STAR 50 (también en la versión F/6 U con hoja de gancho) o el modelo SUPER STAR DOBLE CORTE. Entre los podadores neumáticos de cadena aptos para los perales se encuentra sin duda LASER, que corta sin esfuerzo ramas de hasta 20 cm de diámetro, mientras que KRONOS 58 es una opción eléctrica extremadamente potente, adecuada para podar todos los árboles frutales.
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