En el cultivo de la vid, la poda es una de las operaciones más delicadas y requiere la máxima atención por parte de quien la realiza. El corte ordenado de los sarmientos, junto con el posterior atado, se encuentran entre los factores que más influyen en el resultado de la producción posterior, con un fuerte impacto en la cantidad y calidad de la uva obtenida.
Además de dar a las plantas formas definidas, creando buenos rendimientos estéticos a nivel paisajístico, la poda también es fundamental por fines vegetativos, por su capacidad de intervenir en el equilibrio de la planta y su ciclo de vida
Sin embargo, esta operación representa uno de los costes más significativos para los viticultores italianos, especialmente cuando se lleva a cabo principalmente de forma manual. Por lo tanto, es fundamental evaluar con precisión el impacto de la poda en la cuenta de resultados, así como comprender cómo contenerlo, también gracias a la mecanización de las operaciones en el viñedo.
¿Cuáles son los costes de la poda manual en Italia?
En Italia está enormemente extendida la costumbre de proceder a la eliminación o acortamiento de los brotes mediante intervenciones manuales, en parte por las peculiares formas de cultivo, que ven la poda manual como la única opción posible, un poco ‘por una tradición’ muy fuerte entre los agricultores.
Aunque el coste de la poda manual dependa de numerosos factores, se puede estimar considerando las horas de trabajo necesarias para realizarla y las tarifas horarias de media que aplican los operarios. Tomando como referencia la poda clásica de invierno, se suelen calcular entre 60-70 horas por cada hectárea de terreno (para formas como la de cordón libre) hasta 130-140 horas/ha (para formas más complejas como la pérgola en Trentino).
Introduciendo en la ecuación la retribución horaria de los operarios, que generalmente oscila entre 12 y 14 €, es posible calcular el rango de coste aproximado de toda la operación, que va desde un mínimo de 700 €/ha hasta 2000 € / ha. En cualquier caso, todo el procedimiento vale el 15-20% del coste total de un viñedo, cuando éste se gestiona íntegramente a mano.
Poda mecanizada in Italia
Está claro que uno de los objetivos es reducir los costes de gestión, pero es prácticamente imposible pensar en conseguir este resultado sin sustituir las intervenciones manuales por operaciones mecanizadas y mucho más eficientes.
Las alternativas mecanizadas para la poda ahora están muy extendidas y son cada vez más apreciadas por los empresarios agrícolas. Algunos optan por procesos totalmente mecánicos y automatizados, con un compromiso horario por hectárea que se reduce a unas 7-8 horas, pero también a 3-4 horas/ha en los casos más optimizados.
Otros prefieren adoptar soluciones híbridas que involucren la mecanización acompañada o seguida por operaciones manuales. En este caso, el ahorro horario frente a la poda exclusivamente manual desciende hasta unas 30-40 horas/ha. Evidentemente, en el cálculo también es bueno tener en cuenta los costes determinados por la compra y el uso de herramientas mecánicas, aunque hoy en día sea posible observar relaciones calidad-precio decididamente favorables, permitidas por la evolución tecnológica y la constante investigación.
Si bien el costo de las operaciones de poda manual no varía según la extensión del terreno, el impacto económico de adoptar equipos mecánicos se reduce a medida que aumentan las hectáreas de terreno: el costo de su uso disminuye, de hecho, con el aumento de las horas de uso y la superficie del viñedo. Con extensiones superiores a las 2 hectáreas, ya se empieza a apreciar la conveniencia de la mecanización, alcanzando niveles óptimos de coste y ahorro superiores a las 5 hectáreas.
No sólo poda: ¿qué otras operaciones se deben considerar?
El mantenimiento cuidadoso de un viñedo no termina, sin embargo, con la eliminación de los brotes improductivos, sino que también incluye otras fases igualmente importantes, como el atado, la limpieza de la planta, el apeo, el desmoche, etc..
Todas estas operaciones son fundamentales para favorecer la futura producción de las hileras y pueden ser efectuadas con una combinación de trabajo manual e intervenciones mecánicas, según la forma y tipo de viñedo. Se puede, según los casos, proceder con una poda mecanizada y una poda de acabado manual, o con una prepoda mecánica seguida por intervenciones manuales, o bien con una poda manual y posteriores intervenciones de desmochado y atado mecanizados.
¿Cuáles son los puntos críticos en la difusión de la poda mecanizada?
Si la vendimia mecanizada ya está muy extendida en Italia, en el campo de la poda sigue predominando la aplicación de técnicas manuales, a pesar de un aumento constante en el uso de maquinaria mecánica. Entre los principales problemas que limitan su difusión está el desconocimiento de las metodologías a utilizar para que la planta tenga un correcto equilibrio vegetativo-productivo. El miedo a no tener las habilidades adecuadas frena, por tanto, manera decisiva el abandono de las intervenciones manuales.
Además, el pequeño tamaño de las granjas italianas -a menudo menos de una hectárea de superficie cultivable- y las formas predominantes de agricultura impiden efectivamente el uso de herramientas mecánicas, o no hacen que la ventaja de su uso sea tan clara. Muchos viñedos italianos son a menudo familiares y emplean únicamente mano de obra interna, lo que hace que el costo de la poda sea sustancialmente irrelevante.
En las numerosas granjas medianas o grandes de Italia y en aquellas en las que se requiere la ayuda de trabajadores asalariados, en cambio, es esencial evaluar las numerosas ventajas de la mecanización desde un punto de vista económico.
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